Quién nos iba a decir que sería Terminator, Arnold Schwarzenegger, un abanderado de la ecología y de las energías limpias y no contaminantes.
El estado que él gobierna, California, prohibirá desde de febrero la producción de energía eléctrica a partir de la combustión de carbón y no permitirá tampoco la compra de energía con el mismo origen.
Pero es que Arnold es también abanderado en el cambio desde las energías fósiles hacia el hidrógeno. California es el lugar del mundo donde más estaciones de repostaje de hidrógeno existen y también donde circulan un mayor número de vehículos con este combustible.
No contento con esto. Arnold prohibió también el uso de un producto químico usado en las tintorerías para la limpieza en seco y hasta demandó a empresas del automóvil por sus emisiones contaminantes.
Si sumamos a esto el hecho de que el humo del tabaco es también objetivo de su persecución, incluso si se fuma al aire libre, en su California, ya tenemos un perfil de Arnold: un ecologista radical, si fuese definido desde el lado de la industria y un político sensato y responsable (léase únicamente en esta materia) que aplica medidas que sólo tendrán sentido pleno si son secundadas, primero, por el resto de los estados americanos y después, por el resto del mundo.
El nuevo informe de la ONU sobre el cambio climático que acaba de ver la luz, pone los pelos de punta. Avalado por más de 2.500 científicos, afirma que el cambio climático, como ya sabíamos todos, se debe en gran parte a las emisiones de gases de efecto invernadero. Pues eso, somos culpables, pero lo que nos cuesta admitir esa culpabilidad.
Que se lo pregunten a ese Bush que se niega a aprobar el protocolo de Kyoto y a todos aquellos cantamañanas que siguen pregonando que el cambio climático no es tal y que los gases de efecto invernadero no tienen nada que ver con el aumento de las temperaturas y que podemos seguir contaminando a este ritmo sin que pase absolutamente nada.
Y visto lo visto, me pregunto por qué el resto de los políticos del mundo no le echan lo que hay que echarle para tomar medidas semejantes a las que ya está aplicando Terminator en su lucha contra esa raza de malos que conducen coches con chofer, mueven cientos o miles de millones y se niegan a gastar lo que sea necesario para evitar que su mierda nos salpique a todos.
Lástima que Terminator no termine con todos ellos al final de la película.
Arnold Schwarzenegger
Efecto invernadero
3 comentarios:
creo que arnold ... lo hace muy bien, y creo que todos los politicos deverian hacer como él, desde bush, hasta zapatero
ola
es un mazizorro
Publicar un comentario