viernes, 23 de febrero de 2007

China: descargas eléctricas anti-adicción a internet

Sabíamos que en China habían capado al Google, con el beneplácito de la compañía para denegar el acceso a según qué contenidos. Pero lo de aplicar la corriente eléctrica para curar a los 2,5 millones de adolescentes adictos a la red, es el no va más.

Es que eso de Internet en China se ve peligroso. Desde el poder, me refiero. Son pocos, de momento, sólo 140 millones de chinos, teniendo en cuenta que son 1.300 millones en total y acaban de empezar en esto. Por eso hay 52 detenidos por opinar en internet de forma diferente: ciber-disidentes, les llaman.

Pero no se crean, el resto borreguea por internet como todo el mundo, pinchando en la publicidad, viendo los mismos contenidos, llenándose de virus y, encima, se enganchan al asunto y se la pasan sin dormir y sin salir, más que pegaditos a la pantalla. El Gran Hermano del George Orwell se les quedaría corto a los dirigentes de la novela. Si es que a estos no hay que ponerles la pantalla enfrente: ya van ellos allá donde se encuentre.

Y claro, no puede ser, tampoco. Ni disidentes, ni yonkies. Los primeros, a la cárcel y, los segundos, les conectamos al enchufe y les metemos unas corrientes para que se relajen, duerman, dicen, y así pasen del internet. Que si les cambian los ciclos del sueño, que si sólo les hacen cosquillas, que no los amarran ni nada.

Y que es el mismo tratamiento que le aplican a los ludópatas y a los enganchados a las compras compulsivas, que por lo visto, son dolencias que también tienen allá una alta incidencia. Pero que la de Internet afecta al 14% de los adolescentes.

Así que vayan tomando nota, no sea que ustedes mismos se enganchen hasta el punto de que deje de importarles salir, disfrutar de los amigos, del sexo, de la comida, de viajar, que por ahí se empieza y acaba uno amarrado a la cama y con descargas en los pies.








jueves, 22 de febrero de 2007

Hong Kong: multas a quien no acabe la comida

Dicen que en Hong Kong van a aplicar multas para quien se deje la comida en el plato. Es igual que el chiste del Papa que llega a un país africano cargado de juguetes para los niños. Al bajar del avión, alguien le advierte: “Su Santidad, es que aquí los niños no comen”. Y contesta el pontífice, “Ah, ¿no comen? Pues castigados sin juguetes”.

Porque esto de Hong Kong no se crean que algún político se lo sacó de la manga por las buenas, o que se resolvió tras un concurso de ideas para regulaciones municipales estúpidas. No. Lo que pasa es que, por lo visto, la comida desperdiciada representa allí un tercio del total de la basura. Y esta basura, comparando desde 2000 a 2005, se ha multiplicado por tres y son nada menos que 701 toneladas diarias. O sea 701 toneladas de comida a la basura, que no de comida-basura.

Y esto pasa, por lo visto, porque la gente come con los ojos. Se lanzan a los buffets de los comedores de trabajo y los restaurantes y siempre pillan más de lo que luego les cabe. Y como, por el mismo precio, puedes llenar el plato a reventar, nadie se resiste. Lo mismito que los turistas en los hoteles del todo incluido, que los hay que, sin que los vean, hasta cargan el bolso de comida para llevársela. Por si no tuvieran bastante.

Así que, ya que las cosas están así, lo mejor es multar con 20€ a cada uno que deje las sobras, que es un modo de ir educando para que cojan lo justo y si necesitan más, repitan. No tengo claro cómo van a controlar el asunto, ni qué clase de inspectores van a estar al quite de quien apoya el tenedor en la mesa con comida aún en el plato, pero supongo que lo tendrán previsto.

Les sería más fácil, digo yo, si directamente prohibieran los buffets y a comer todo dios de menú, con tres primeros y tres segundos, a elegir, como toda la vida y con raciones justitas, para que luego no entre la modorra y el personal no haga ascos a la vuelta al trabajo.

Pero, tras todo este despilfarro, las soluciones no van a ser las de la solidaridad con aquellos cuyo nivel calórico diario no pasa de las 300kc. (medio planeta), sino dedicarla a fabricar abono. No importa si sobrepescamos, destruyendo los recursos naturales y luego la mitad de la pesca va a la basura. No importa si los recursos naturales son escasos, sean estos cuáles sean.

Lo importante es, como siempre, deshacerse de la basura, que cuesta una pasta y, ya que es así, que pague todo quisqui a escote. Si ya ven que al final, esta, la de multar, es siempre la solución más fácil.









miércoles, 21 de febrero de 2007

La marcha atrás de la ley del alcohol

La Ley del Alcohol ha dejado de ser en España. Murió antes de nacer. No habrá Ley Seca y los vinos españoles seguirán ganando premios y la exportación enteros. El botellón se convertirá en fiesta popular y en tradición y patrimonio de la juventud y todos tan contentos. Con la industria hemos topado, amigo Sancho y los del capital se las gastan…

No importó la Ley Antitabaco. Ahí sólo se perjudicaba a los pequeños comerciantes, principalmente negocios individuales de hostelería: autónomos. Pero es que el alcohol es otra cosa. Se trata de empresas privadas, no estatales y claro, la cosa cambia.

Pero es que desde Baco y Dionisos el asunto del vino no hay quien lo pare y mira que van años y años y que pasaron por las sillas de mando muchos abstemios (también unos cuantos borrachos), a los que el jugo de la uva se la traía al fresco y ni así. Pero es que la sociedad es de costumbres y eso del tabaco es mucho más reciente.

Manifiesto mi repulsa a que el Estado controle nuestras vidas hasta el punto de elegir por nosotros y prohibir lo que considera no nos conviene. Un estado prohibicionista no ataja el problema, sólo hace que este se ramifique y explore las rendijas del sistema.

No van a parar el botellón ni a porrazos, ni a control policial, ni a normativa municipal. Porque si han llegado hasta ahí será porque son hijos directos de una sociedad en la que el alcohol forma parte esencial de todos los momentos de celebración y de alegría. No está mal vista socialmente y se aprende en los propios hogares.

Pero, dejando al margen las indecisiones del ministerio, la presión de la oposición, alineada desde el principio con el empresariado del sector, esto de ahora voy a hacer esto, pues ahora ya no lo hago ni lo haré nunca, parece un cachondeo marinero. Una marcha atrás deshonrosa que uno no acierta a comprender, aunque esté de acuerdo en dejar las cosas como están e incidir realmente en la protección de los menores mediante políticas no prohibicionistas, sino educativas y formativas.

Dejen en casa el látigo y las cadenas y limítense a proteger sin castigar, a educar sin obligar y a informar, sin mentir. Con eso nos conformamos todos.








martes, 20 de febrero de 2007

Les invito a Dulce Pontes

Permítanme que hoy, en lugar del análisis habitual de los hechos de este basurero en que estamos convirtiendo el mundo, les invite a degustar uno de los mayores placeres que uno puede permitirse: el de la música.

Esta noche acudiré a un concierto de una de mis artistas favoritas, la induscutible voz entre las voces, la portuguesa Dulce Pontes.

A punto de sacar a la venta en España su nuevo trabajo: un doble CD más un DVD, “O coraçâo tem três portas”, nos encontramos ante una obra monumental, dicho en el más amplio sentido de la palabra, ya que el segundo de los discos, está grabado en el interior de diversas estancias de la iglesias de Santa María de Óbidos y del convento del Cristo de Tomar, donde se juega con la acústica natural de tales arquitecturas. El primero está grabado durante su última gira, en diversas actuaciones en directo. Y el DVD nos muestra el making-off, el concierto en Estambul y una entrevista con Ricardo Janello.

Desprendida de su vinculación con Universal, Dulce Pontes ha creado Ondeia, su propio sello y, desde la total libertad artística, hace sencillamente lo que le parece de más calidad, que no lo más mediático. No obstante, no es este un disco difícil, lo que es difícil es que un tema tras otro, no decaiga un instante el nivel, ni en las composiciones, ni en la interpretación, ni en los arreglos: no acertamos a salir de nuestro asombro.

Todas las piezas incluidas son impresionantes, con mención especial a las compuestas por la propia Dulce: “Senhora” y “O meu porto do Graal”, sin desmerecer otras, como “Os amantes (de Teruel)”, de Mikis Théodorakis, que popularizara Edith Piaff, ampliamente superada aquí por la intepretación de la Pontes. Insuperables también "É da torre máis alta", "Há festa na Mouraria" o "As Maos que trago", por no decir todas ellas: los 145 minutos de música que Dulce nos ofrece, al completo.

El de esta noche, en A Coruña, será la sexta vez que tengo la suerte de verla en directo. Esas cinco anteriores las guardo como noches únicas en mi recuerdo y confío en que hoy pase lo mismo.

Por eso les recomiendo no dejen pasar la oportunidad de conocer, si aún no la conocen, a la mejor voz, por su madurez, por su calidez, por su potencia, por su vibrato, por saber contagiar el sentimiento propio a cada palabra, por su timbre, por su ilimitado dominio de la técnica, al nivel de las cantantes líricas y como no, por su piano, por sus composiciones, por la poesía de sus letras y por la emoción de todo ello.


Pongo aquí un par de videos que bien merecen ser vistos:







lunes, 19 de febrero de 2007

El arma secreta de la conquista de América

Aunque no hay acuerdo sobre la cifra de habitantes del continente americano en la era precolombina (según las fuentes puede oscilar desde 90 millones a sólo 13,5 millones), pero en cambio parecen estar de acuerdo en que, a finales del siglo XVI, de ese total, sólo quedaba el 10%.

En la Dominicana, por ejemplo, de una población estimada en 1493, de 3,7 millones de habitantes, pasaron a sólo 15.600 en 1518 y sólo un año después, la cifra se redujo a sólo 125 aborígenes.

En Perú, de los 6 millones habitantes estimados en 1532, quedaba tan sólo un millón noventa años más tarde.

¿Cómo pudo suceder semejante exterminio, para nada comparable a cualquier otro, en cualquier momento de la Historia? La respuesta es fácil: no los pasaron a cuchillo, ni los llevaron sistemáticamente a las cámaras de gas o al paredón. Y aunque masacres hubo para llenar códices enteros, la mejor arma de los conquistadores fueron sus virus: el paludismo, la viruela, el sarampión, la tuberculosis, disentería, fiebre tifoidea… estas fueron las verdaderas armas.

El americano Jared Diamond, en su libro “Armas, gérmenes y acero”, explica perfectamente los factores que llevaron a semejante situación y a otras muchas a lo largo de la historia, en un libro altamente recomendable.

Los gérmenes, y la mayoría de las enfermedades de origen humano provienen de la relación con los animales. La ganadería formalizó esa relación y gracias a la facilidad de algunos organismos por adaptarse a nuevas especies, comenzaron a aparecer nuevas enfermedades que diezmaron Europa, como la peste bubónica (que afectaría también a America pero ya a principios del siglo XX).

En el momento de la llegada de los europeos a America (también los portugueses portaban virus "ganadores"), muchas enfermedades para los que los europeos tenían cierta inmunidad, fueron mortales para los pobladores de aquellas tierras.

Y de todo este cúmulo de muerte, el resultado fue la escasez de personal, de mano de obra, asunto que se solucionó trayéndose de África barcos llenos de personas, transportados como una mercancía más y en calidad de esclavos.

La historia de América y la del mundo no se entendería sin los virus, como tampoco sin las armas ni el acero. Son los poderes que siguen dirigiendo el mundo como han dirigido la historia. Ahí tenemos el Sida, el ébola, el mal de las vacas locas o la variante H5N1 de la grive aviar, por citar enfermedades recientes que son los nuevos retos a afrontar, además de las cepas mutágenas de la gripe, que también mata, como mató hasta diezmar Europa en 1918:

La influenza, o más exactamente la gripe española, dejó su huella de devastación, tanto en la historia del mundo como en la de Estados Unidos. El asesino microscópico dio la vuelta al mundo en cuatro meses, y cobró más de 21 millones de vidas. En Estados Unidos murieron 675.000 personas por causa de la gripe española —más víctimas que en la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, la guerra de Corea y la guerra de Vietnam juntas. Las compañías farmacéuticas trabajaban día y noche para producir una vacuna, pero el virus desapareció antes de que se pudiera siquiera aislarlo”.