Dicen que todo poder corrompe, que es en sí mismo corrupto al mezclarse con la naturaleza del hombre. Y la mayor parte de las veces, no importa si vivimos en democracia o en dictaduras más o menos encubiertas, vemos por todas partes surgir la cleptocracia, mientras nos quedamos impávidos, viendo como nos roban impunemente y aceptando todas las mentiras con que lo justifican.
Dentro de esta clase de gobiernos, que son la mayoría, los hay de dos tipos, los que cuentan con el apoyo popular y los que no, que corren el riesgo de ser derrocados, si hacemos caso a los comportamientos, casi leyes, de la Historia.
Pero esto es así precisamente a causa de un proceso evolutivo que nos llevó desde las la familia, a las tribus, las hordas, las jefaturas y finalmente los Estados. ¿Y que es un Estado?, pues una organización social compleja gobernada por una élite.
Las cuatro formas con las que los cleptócratas de todas las épocas han sobrevivido en el poder, viviendo de mejor modo que el pueblo llano han sido estas.
1. Control de las armas: desarmar al pueblo y armar a las élites. Algo que cada vez resulta más fácil, dada la tecnología compleja de las armas actuales.
2. Contentar al pueblo mendiante la redistribución de los impuestos y tributos obtenidos, haciéndolo de forma popular.
3. Utilizar el monopolio de las armas para mantener el orden público y reprimir la violencia. Algo absolutamente esencial para el poder (terrorismo, delincuencia, etc)
4. Construir una ideología o religión que justifique el régimen. Este último no es un tema banal, porque las ideologías y religiones, además, ofrecen normas que permiten la convivencia pacífica de las personas no emparentadas y da una motivación para sacrificar la vida, distinta del interés genético.
En muchas de nuestras sociedades actuales, donde el peso de la religión es mucho menor que en épocas pasadas, la ideología dominante es la que marca las formas de vida y los regímenes políticos. En las democracias pueden elegirse diferentes opciones, pero todas dentro del mismo sistema de organización del Estado.
En el tema de las armas, todos los gobiernos del mundo se suelen manejar aceptablemente, pero no así en la redistribución de la riqueza, dados los datos actuales. Y en cuanto a las ideologías, seguimos con ese capitalismo o socialismo, filosofías políticas del siglo XIX que tal vez ya empiecen a dejar de ser útiles para los tiempos que corren, antes de que sea demasiado tarde y el desequilibrio sea tal que se derive en la desintegración de los estados y del camino hacia el caos.
Fuente: Jared Diamond, “Armas, Gérmenes y Acero”
Sube este artículo a Menéame
Cleptocracia
Capitalismo
Jared Diamond
El sentido de las religiones
2 comentarios:
Hola Paco, disculpa que no había pasado más por aquí después que NoticiasAlMinuto naufragara. Tus posts necesariamente me hacen pensar en mi Presidente, no puedo evitarlo. Y su ideología, control de armas y redistribución de impeustos (menos IVA para la comida más comprada por los pobres y 21% para los automóviles de lujo), son cumplidas a cabalidad.
No pude evitar leer este artículo al punto en que me vi forzado a escribir uno propio basado en lo que aquí expones.
Ciertamente la cleptocracia es un virus volatil de predominancia en latinoamérica. Un virus basado en la violencia y por ello, cualquier medida violenta que procure "sanarle" termina exactamente en el mismo lugar.
Te invito a que revises mi análisis y si es posible, generar una discusión al respecto que nos permita una mejor interpretación de los fenómenos politico-sociales que nos aquejan.
Saludos,
AR
Publicar un comentario