jueves, 1 de marzo de 2007

El truco final de Nikola Tesla

La mayor parte de las veces no nos preguntamos de dónde proceden las cosas que utilizamos de modo cotidiano. Sencillamente, están ahí y funcionan, para qué cuestionarse más. Sabemos, por ejemplo, quien inventó la fregona, el chupa-chups, el futbolín, entre las más pedestres y también la bombilla o el teléfono. Y ya, los más puestos, hasta la bomba H.

Pero apenas nada de cosas tan cotidianas como el mando a distancia, el tubo fluorescente, el primer cable trasatlántico, los inicios de la energía solar, la corriente alterna, la turbina sin palas, el motor de inducción, las bujías…. Pues todos ellos y así, hasta setecientas patentes, son obra del mismo tipo: el posiblemente más genial y más controvertido científico de la Historia (casi al lado de Leonardo da Vinci). Su nombre es Nikola Tesla.

Fue también el inventor de la radio, por la que Marconi ganó el premio Nobel y se hizo mundialmente conocido y aclamado, pese a que su “invento” llevaba diecisiete patentes de Tesla. Y aunque ya en 1943, justo tras su muerte, la Corte Suprema de los USA reconoció los trabajos de Nikola como anteriores y más importantes que los de Marconi y le devolvió la patente y la autoría, no así la fama. (Aunque este reconocimiento, pese a ser de justicia, nunca tendría lugar de no mediar la demanda que Marconi interpuso al Gobierno americano por la utilización de la radio en la I Guerra Mundial y, claro: lo hicieron, más que nada, por no pagarle).

La biografía de Tesla está plagada de hechos controvertidos y de leyendas: se le relacionó con el rayo que en Tunguska que en 1908 destruyó 2.150 kilómetros cuadrados (aunque la hipótesis dominante sigue siendo la desintegración de un meteorito en la atmósfera), también con la explosión del barco francés Lena, e incluso con los rayos T, (capaces de anular y hasta borrar el cerebro). Se hablo también de un supuesto origen extraterrestre y hasta de presuntas comunicaciones con seres de otro planeta.

Su particular inteligencia, su prodigiosa memoria y su capacidad de visionar, sin necesidad de planos ni bocetos, lo que luego construía, le dieron una extraña fama, tal vez no del todo justificada. Finalmente, murió sólo, pobre y sin el merecido reconocimiento (por otra parte, como muchos otros genios).

Pero hay dos cuestiones que, para mi modesto entender, son las más importantes, aunque no las más conocidas. Tesla pretendió usar la capacidad de la ionosfera para convertir a la Tierra en un gran generador que proveería de electricidad gratuita a todo el planeta, que era su gran anhelo. Pero el proyecto se vino abajo, como casi siempre, por falta de financiación (sólo contó con 150.000 dólares de J. P. Morgan).

La segunda cuestión son sus trabajos sobre electromagnetismo, asunto sobre el que, curiosamente, hay en la página de Steorn, (tema al que me refería en el artículo de ayer) un energy issue dedicado a Nikola Tesla, que me dejó con la mosca tras la oreja.

Y digo esto porque los trabajos y documentos de Tesla fueron confiscados por el Gobierno americano y hasta hace bien poco no han sido desclasificados. Incluso hay quien dice que no todos ellos lo han sido aún, pese a las numerosas voces que en Internet así lo solicitan.

Sea como fuere faltan todavía por estudiar todos esos papeles que Tesla dejó y quien sabe si en ellos hay más de lo que realmente sospechamos, sobre todo, teniendo en cuenta lo que se adelantó a su tiempo. Pero puede que esta no sea la última vez que este gran genio nos sorprenda a todos, ya que como él propio Tesla dijo: “el futuro es mío”.

Vean, si pueden, una película que toca en parte el tema: El truco final (The prestige), con David Bowie interpretando a Tesla.



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5 comentarios:

Ricardo Román dijo...

Excelente articulo de Tesla, pero según tengo entendido el trabajo con Westinghouse que le dio gran parte de su financiamiento durante años. El mayor problema de su vida, es que se gano de enemigo al hombre más prestigioso de su época: Tomas A. Edinson, que llego a tener el poder total entre la comunidad de inventores luego de descubrir el bombillo (o bombilla según el país) y que decayó durante la guerra de la corriente alterna-corriente directa.
Aunque no reconocemos todo lo que en su momento ideo, sin duda alguna es uno de los personajes que más ha influido en el mundo postmoderno.

Pacocho Corbeira dijo...

Gracias, primero, por tu comentario y decirte que sí, tienes razón. Cuenta la leyenda que Tesla se presentó ante Edison, en su General Electric con una carta que decía "Sólo conozco dos personas a las que pueda considerar genios. Una es usted y la otra, el joven que le entrega esta carta". Edison le dio trabajo y Tesla inventó la corriente alterna: la continua era patente de Edison. Pero Edison no quiso cambiar a la nuva tecnología, que es la que usamos hoy. Y Tesla se fue para la Westinghouse.

Anónimo dijo...

Muy interesante tu artículo. No quiero ahora detenerme en Nikola Tesla, quién me parece de una personalidad única, simplemente leer un comentario tuyo a cerca de la transmisión de energía si conductores metálicos. Un amigo ha hecho la prueba incluso con el receptor en movimiento y he quedado impresionado. ¿qué opinas??

Anónimo dijo...

Muy interesante tu artículo. No quiero ahora detenerme en Nikola Tesla, quién me parece de una personalidad única, simplemente leer un comentario tuyo a cerca de la transmisión de energía si conductores metálicos. Un amigo ha hecho la prueba incluso con el receptor en movimiento y he quedado impresionado. ¿qué opinas??

Anónimo dijo...

En ese dilema estoy no se como voy ha hacerlo me conformo con la historia.CORDE.